miércoles, 6 de diciembre de 2017

Transporte vesicular

TRANSPORTE VESICULAR


La vía biosintética de una célula eucariota consiste en una serie de distintos organelos limitados por membrana que participan en la síntesis, modificación y entrega de proteínas solubles y membranosas en su destino apropiado en la célula.
Los materiales son transportados entre compartimientos por vesículas que se desprenden de membranas donadoras y se fusionan con las membranas receptoras.

Cada yema cubierta se desprende para formar una vesícula cubierta. Se pueden formar vesículas de tamaño y estructura similares en sistemas libres de células.
Las cubiertas de proteína tienen por lo menos dos funciones distintas:
Actúan como dispositivo mecánico que hace que la membrana se curve y forme una vesícula desprendible.
Proporcionan un mecanismo para seleccionar los componentes que transporta la vesícula. Los componentes seleccionados incluyen: (a) cargamento consistente en proteínas secretoras, lisosómicas y de membrana que deben transportarse y (b) la estructura necesaria para dirigir y conectar la vesícula con la membrana receptora correcta.

La cubierta de la vesícula está formada por dos capas distintas de proteínas: una jaula externa o andamiaje que forma el marco de la cubierta y una capa interna de adaptadores que sirven para unir la cara externa de la bicapa lipídica y el cargamento de la vesícula.
Se han identificado diferentes clases de vesículas cubiertas:
< Las vesículas cubiertas con COP II desplazan materiales del retículo endoplásmico “hacia adelante” al ERGIC y al aparato de Golgi. (El ERGIC es el compartimiento intermedio situado entre el retículo endoplásmico y el aparato de Golgi.) (COP es una sigla para las proteínas de cubierta, del inglés coat proteins.)
< Las vesículas cubiertas con COP I mueven materiales en sentido retrógrado: (1) del ERGIC y pila de Golgi “hacia atrás” al ER y (2) de las cisternas Golgi trans “de regreso” a las cisternas Golgi cis.
< Las vesículas cubiertas con clatrina movilizan materiales de la TGN a los endosomas, lisosomas y vacuolas vegetales. También mueven materiales de la membrana plasmática a los compartimientos citoplasmáticos a lo largo de la vía endocítica. Asimismo, se han implicado en el tránsito de los endosomas y los lisosomas.
Las vesículas cubiertas con COP II median la primera rama del traslado por la vía biosintética, del ER al ERGIC y la red cis de Golgi.

Los anticuerpos contra las proteínas de la cubierta COP II bloquean el desprendimiento de las vesículas de las membranas del ER, pero no tienen efecto en el movimiento de cargamento en otras etapas en la vía secretora.
Las cubiertas COP II seleccionan y concentran ciertos componentes para transportar en vesículas.
Las proteínas seleccionadas por las vesículas cubiertas con COP II incluyen: (1) enzimas que actúan en las etapas avanzadas de la vía biosintética, como las glucosiltransferasas de aparato de Golgi; (2) proteínas de membrana participantes en el acoplamiento y fusión de la vesícula con el compartimiento blanco, y (3) proteínas de membrana que pueden unirse con cargamento soluble.
Las células que no tienen un receptor específico “del cargamento” no transportan un subgrupo específico de proteínas desde ER hasta el complejo de Golgi.
Entre las proteínas de cubierta COP II se encuentra una pequeña proteína G llamada Sar1, que es reclutada específicamente en la membrana del retículo endoplásmico.
Como otras proteínas G, Sar1 tiene una función reguladora, en este caso en el inicio de la formación de la vesícula y la regulación del ensamblaje de la cubierta de la vesícula.

Sar1 es reclutada en la membrana del retículo endoplásmico en la forma unida a GDP y es inducida a intercambiar su GDP por una molécula de GTP. Al unirse al GTP, Sar1 sufre un cambio de conformación que hace que la hélice a en su extremo N terminal se inserte en la hoja citosólica de la bicapa del retículo endoplásmico. Este suceso dobla la bicapa lipídica, lo cual constituye un paso importante en la conversión de una membrana aplanada en una vesícula esférica.
Sar1-GTP atrajo dos polipéptidos adicionales de la cubierta COP II, Sec23 y Sec24, que se unen como un dímero “con forma de banana”.
Por su forma curva, el dímero Sec23-Sec24 ejerce presión adicional sobre la superficie de la membrana que le ayuda a doblarse más en una yema curva.
Sec24 también funciona como la principal proteína adaptadora de la cubierta COP II que interactúa de manera específica con las señales de exportación del ER en las colas citosólicas de las proteínas de membrana destinadas para trasladarse al aparato de Golgi.
Las subunidades restantes de la cubierta COP II, Sec13 y Sec31, se unen con la membrana para formar la jaula estructural externa de la cubierta proteínica.

La jaula Sec13-Sec31 se ensambla en una celosía relativamente sencilla en la que cada arista está formada por la convergencia de cuatro ramas Sec13-Sec31.
La interfase entre las subunidades Sec13-Sec31 tiene cierto grado de flexibilidad que les permite formar jaulas de diámetro variable, lo que se adapta a vesículas de distintos tamaños.
Una vez que se ensambla toda la cubierta COP II, la yema se separa de la membrana del ER en la forma de una vesícula cubierta por COP II.
Antes que la vesícula cubierta pueda fusionarse con una membrana blanco, la cubierta proteínica debe desensamblarse y sus componentes se liberan al citosol.
El desacoplamiento se inicia por la hidrólisis del GTP unido para producir una subunidad Sar1-GDP, que tiene menor afinidad por la membrana de la vesícula. La separación de Sar1-GDP de la membrana va seguida de la liberación de otras subunidades COP II.

Las vesículas cubiertas con COP I se acumulan en presencia de un análogo de GTP no hidrolizable porque, como sus contrapartes COP II, la cubierta posee una proteína de unión con GTP llamada ARF1, cuyo GTP unido debe hidrolizarse antes de desarticularse la cubierta.
Las vesículas cubiertas con COP I median el transporte retrógrado de proteínas, incluido el movimiento de: (1) las enzimas residentes en el aparato de Golgi en dirección trans a cis y (2) enzimas residentes del ER del ERGIC y el aparato de Golgi de regreso al retículo endoplásmico.
Las proteínas se mantienen en un organelo por una combinación de dos mecanismos:
< Retención de las moléculas residentes que se excluyen de las vesículas de transporte
< Recuperación de las moléculas “prófugas” para devolverlas al compartimiento en que se encuentran normalmente.
Las proteínas que habitualmente residen en el ER, sea en la luz o la membrana, contienen secuencias cortas de aminoácidos en su extremo C que sirven como señales de recuperación, lo que asegura su regreso al ER en caso de que se trasladen por accidente hacia el ERGIC o aparato de Golgi.
La recuperación de las proteínas del ER “prófugas” de estos compartimientos se realiza mediante receptores específicos que capturan las moléculas y las regresan al ER en vesículas cubiertas con COP I.
Las proteínas solubles residentes de la luz del ER casi siempre tienen la señal de recuperación “lys-asp-glu-leu” o KDEL.
Estas proteínas se reconocen y regresan al ER por el receptor KDEL, una proteína integral de la membrana que se traslada entre los compartimientos cis Golgi y los de ER.
Si la secuencia KDEL se elimina de una proteína del ER, las proteínas prófugas no regresan al ER, sino que se trasladan al aparto de Golgi.

Las proteínas de membrana que residen en el ER también tienen una señal de recuperación que se une con la cubierta COP I, lo que facilita su regreso al ER.
Las proteínas lisosómicas se sintetizan en ribosomas unidos con la membrana en el ER y se transportan al aparato de Golgi junto con otros tipos de proteínas.

Una vez en las cisternas de Golgi, ciertas enzimas reconocen a las enzimas lisosómicas solubles y cataliza la adición de un grupo fosfato en dos pasos a ciertos azúcares manosa de las cadenas de carbohidrato con enlaces N.
Las enzimas lisosómicas tienen residuos de manosa fosforilada que actúan como señales de clasificación.
Las enzimas lisosómicas se transportan desde la TGN en vesículas cubiertas con clatrina. Las cubiertas de estas vesículas contienen: (1) una celosía externa parecida a un panal formada por la proteína clatrina, la cual constituye un soporte estructural y (2) una capa interna formada por adaptadores de proteína que cubre la superficie de la membrana de la vesícula y que está dirigida hacia el citosol.
El término adaptador describe una molécula que vincula físicamente dos componentes distintos.
Las enzimas lisosómicas están flanqueadas desde la TGN por una familia recién descubierta de proteínas adaptadoras llamadas GGA.
Una molécula de GGA tiene varios dominios, cada uno capaz de sujetar una proteína diferente que participa en la formación de vesículas.

Como sucede con la formación de vesículas con COP I y COP II, la producción de vesículas cubiertas con clatrina en el TGN comienza con el reclutamiento en la membrana de una pequeña proteína para unión con GTP, en este caso Arf1, que establece las condiciones para la unión de las otras proteínas de la cubierta.

Los portadores membranosos se producen cuando la TGN se fragmenta en vesículas y túbulos de diversos tamaños.
Pasos que ocurren entre el desprendimiento de la vesícula y la fusión de la misma:
< Movimiento de la vesícula hacia el compartimiento blanco específico. Estos tipos de movimientos están mediados sobre todo por microtúbulos, que actúan como las vías de un tren que leva contenedores con cargamento a lo largo de un trayecto definido hacia un destino predeterminado.
< Fijación de las vesículas al compartimiento blanco. Los contactos iniciales entre una vesícula de transporte y sus membranas blanco, como una cisterna de Golgi, están mediados por proteínas fijadoras. Se han descrito dos grupos de proteínas fijadoras: proteínas fibrosas cilíndricas, capaces de formar un puente molecular entre las dos membranas a una distancia considerable y grandes complejos de múltiples proteínas que parecen mantener próximas las dos membranas.

Una clase de proteínas fijadoras fibrosas llamadas golginas actúan en el interior y la periferia del complejo de Golgi. Entre las funciones atribuidas a las golginas pueden estar las que actúa como “tentáculos” para alcanzar y “capturar” vesículas de transporte que portan un “cargamento” unido al aparato de Golgi.
Gran parte de esta especificidad podría derivar de una familia de pequeñas proteínas G llamadas Rab, que fluctúan entre el estado activo unido con GTP y el estado inactivo unido con GDP.
En su estado unido con GTP, las Rab tienen una función clave en la dirección hacia un blanco mediante la atracción de proteínas fijadoras citosólicas específicas hacia superficies de membrana específicas.
Las Rab también tienen una función clave en la regulación de las actividades de muchas proteínas implicadas en otros aspectos del tráfico de membrana, incluidas las proteínas motoras que mueven vesículas membranosas por el citoplasma.

< Acoplamiento de las vesículas al compartimiento blanco. Las proteínas clave que participan en estas interacciones se conocen como SNARE y constituyen una familia de más de 35 proteínas de membrana cuyos miembros se localizan en compartimientos subcelulares específicos.
Todas las proteínas SNARE poseen un fragmento en su dominio citosólico llamado motivo SNARE que consiste en 60 a 70 aminoácidos capaces de formar un complejo con otro motivo SNARE.
Las SNARE pueden dividirse en dos categorías, SNARE-v, que se incorporan en las membranas de vesículas de transporte durante el desprendimiento, y SNARE-t, que se localizan en las membranas de los compartimientos blanco.
Las proteínas SNARE de la vesícula sináptica y la membrana presináptica son los blancos de dos de las toxinas bacterianas más potentes: las causantes del botulismo y el tétanos. Estas toxinas letales actúan como proteasas cuyo único sustrato conocido son las SNARE.
La escisión de los SNARE neuronales por las toxinas bloquea la liberación de neurotransmisores, lo que causa parálisis.
< Fusión entre las membranas de la vesícula y el blanco. Cuando las vesículas artificiales de lípidos que contienen SNARE-t purificada se mezclan con liposomas que contienen una SNARE-v purificada, los dos tipos de vesículas se fusionan entre sí, pero no las vesículas del mismo tipo.
Las interacciones entre las proteínas SNARE-t y v son capaces de unir dos bicapas de lípidos con la fuerza suficiente para hacer que se fusionen.
Aunque la interacción entre proteínas SNARE-v y t es necesaria para la fusión de las membranas, no es suficiente por sí misma para inducir la fusión dentro de una célula.

BIBLIOGRAFIA
Gerald Karp. Biología celular y molecular: Conceptos y experimentos. Edición 7ª. Ed. McGraw Hill. 2014

Paniagua R. Biología Celular. 3ª edición.   Ed. McGraw Hill. 2007




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